Calefactores
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Los calefactores son artefactos que calienta habitaciones pequeñas de forma rápida y sencilla.
¿Cómo funciona un calefactor?
El calefactor es un aparato, normalmente eléctrico, que suministra un flujo rápido de aire caliente continuo mediante un radiador que genera una fuente de calor y un ventilador que calienta rápidamente el aire y lo transmite al lugar en que se encuentre.
Tipos de calefactores
- Calefactores de parafina o estufas de parafina: Son baratos y su consumo de combustible es fácil de controlar, pero hay que rellenarlos de vez en cuando y existe el riesgo de quemaduras con algunos modelos. Es necesario mantenerlas y sustituir la mecha para limitar la contaminación interna. Se puede utilizar en zonas bien ventiladas, no se recomienda para los dormitorios.
- Calefactor de gas licuado. Son baratos y su consumo de combustible es fácilmente controlable. Son móviles y en algunos casos hay riesgo de quemaduras por las llamas. Tienen un alto valor calórico pero provocan la contaminación por monóxido de carbono en el interior. Pueden utilizarse en zonas bien ventiladas, como salones y comedores, pero no son adecuadas para los dormitorios.
- Calefactor de electricidad. Hay diferentes tecnologías (halógena, cuarzo, eléctrica de aceite, etc.) y algunas son más seguras para los niños que otras. Además, son portátiles y no provocan contaminación en el interior. Su poder calorífico es menor y los costes de electricidad son mayores. Su uso se recomienda para habitaciones pequeñas, pero si se utiliza más de un aparato, pueden producirse cortes de corriente o sobrecargas.
- Calefactor de leña. Tienen una gran capacidad de calentamiento y consumen combustible barato pero contaminante. Requieren una inversión importante para su adquisición e instalación. Tienen una combustión menos eficiente, que depende de su correcto uso y manejo, ya que no son automáticos, y por tanto producen mayores emisiones a la atmósfera.
- Calefactor de pellets de madera. Al igual que la madera, los pellets son un combustible barato con una gran capacidad de calentamiento, pero a diferencia de la madera producen muchas menos emisiones contaminantes. Estos pequeños cilindros están hechos de serrín comprimido con muy bajo contenido de humedad. Son cómodos y fáciles de usar, pero más caros de comprar e instalar que otros aparatos de calefacción.
- Calefactor de gas natural. Este tipo de calefactor utiliza un combustible más barato que la parafina o el GLP, pero debe estar conectado a la red de gas natural. Pueden ser necesarias nuevas tuberías y los costes de los equipos son elevados. Su combustión produce pocos contaminantes pero consume el oxígeno de la habitación, por lo que no son adecuadas para los hogares, y requieren un mantenimiento regular.
- Calentadores de split. Son menos conocidos, pero muy eficaces, ya que consumen menos electricidad que otras tecnologías eléctricas. Requieren una gran inversión y una instalación especializada, pero no provocan contaminación en el interior ni emiten contaminantes al exterior. Al ser reversibles, pueden refrescar la casa en verano.
¿Qué potencia debe tener su sistema de calefacción?
Además de los diseños redondos, planos, de colores, estilos adecuados a tu hogar, y las diversas funciones que ofrece un dispositivo como encendido automático o sensor de temperatura, la potencia de tu calefactor es muy importante.
En general, calculamos 80 W por metro cuadrado para habitaciones bien aisladas con una altura de techo de 2,5 m y 100 W si el nivel de aislamiento es medio. Puede utilizar estos valores aproximados como guía. Para ello, calcula primero la superficie de la habitación en metros cuadrados para encontrar la potencia correspondiente en vatios.
- Los mini calefactores con alrededor de 500 vatios de potencia son adecuados para habitaciones más pequeñas. Si tiene poco espacio, compra un calefactor con ventilador integrado.
- Para una habitación de 12 a 16 metros cuadrados, se recomienda una potencia de 1.200 a 1.500 W.
- Para una habitación de entre 24 y 28 metros cuadrados, se recomienda una potencia de entre 2.500 y 3.000 vatios.
- Para una sala de unos 40 metros cuadrados, se recomienda una potencia de 4.000 W o más.
Muchos calefactores ofrecen la posibilidad de regular la potencia, ya que disponen de varios niveles de potencia para satisfacer las necesidades de calefacción de las distintas habitaciones, las distintas estaciones y las distintas zonas geográficas. Tenga en cuenta que los valores de la tabla se basan en habitaciones perfectamente aisladas. Estas cifras son orientativas, ya que el rendimiento también depende de la temperatura exterior de la zona geográfica donde se vive, así como de la calidad del aislamiento y de la superficie acristalada de cada habitación.
¿Calefactor eléctrico o cerámico?
Los calefactores eléctricos expulsan aire caliente al instante de forma rápida, aunque dura poco tiempo en la estancia caldeada, mientras que los calefactores de cerámica suelen ser más duraderos porque contienen un elemento cerámico que soporta mucho mejor el calor. También son más económicos, ya que consumen menos energía. Esto también significa que resecan menos el ambiente, ya que necesitan menos oxígeno para emitir la misma cantidad de calor.
¿Qué debo saber de los calefactores de bajo consumo?
Los calefactores eléctricos de bajo consumo son perfectos para complementar tu calefacción centralizada porque calientan en muy poco tiempo. Son ideales para los baños o tenerlos en otoño y primavera sin tener que encender la calefacción central. Además, tienen un mantenimiento muy sencillo y no tendrás que estar pendiente de revisiones periódicas.
Algunas de sus ventajas son:
–Facilidad de transporte. Puedes trasladar el calefactor a través de un asa o gracias a sus ruedas.
-No necesitan instalación. Los calefactores van conectados a la corriente.
-Perfectas para lugar pequeño. Funcionan a través de un sistema de convención y por ello pueden calentar lo más rápido posible.
–Ahorro energético porque calientan un espacio pequeño en un tiempo corto.